Atropellos, caída al vacío, etc., pueden ocasionar graves lesiones e incluso la muerte de nuestro gato.
Aunque parezca fácil decirlo, lo más importante es que el dueño intente guardar la calma y que evalúe la situación y las posibles lesiones que presenta el animal. Ante cualquier tipo de traumatismo, debemos tener presentes los siguientes consejos:
- Evitar movimientos bruscos del animal.
- Si apreciamos fractura (deformación de una zona, crepitación al movimiento, visualización directa de un hueso, etc.), no intentar colocarlo en su posición normal, como mucho lo fijaremos en la posición en que nos lo encontramos.
- Fijarnos en la coloración de las encías: deben ser sonrosadas. Si estuvieran pálidas podrían indicar hemorragia interna.
- Anotar mentalmente cualquier cambio que deba comentar a su llegada al veterinario.
Debemos tener en cuenta que, aunque no se aprecien lesiones, la revisión del veterinario tras ese tipo de accidentes es primordial. Aunque externamente no observemos síntomas, nuestro gato puede padecer graves lesiones internas.
El gato es un animal preparado para saltar, correr, cazar y hacer movimientos muy rápidos con gran agilidad. La ausencia de estos movimientos naturales, además de un estado somnoliento constante, nos indicaría que nuestro gato no se encuentra bien o que puede tener algún dolor.
La cola del gato es un órgano con vida propia, siempre en movimiento, siempre viva. Si nuestro gato tuviese la cola caída o no la mueve nunca, tendríamos que revisar si se hizo daño por algún golpe o es un problema de nacimiento. Los gatos necesitan la cola para su propio equilibrio y además es imprescindible en su lenguaje corporal.
Hay algunos comportamientos agresivos en el gato que están relacionados muchas veces con algún dolor en concreto. Siempre hay una causa, y los comportamientos de los gatos no cambian de un día para otro. Si tu gato es cariñoso y, de repente, un día se muestra muy agresivo, puede que se encuentre mal, o que antes de eso le haya ocurrido algo traumático. Los gatos son animales muy equilibrados, que al igual que nosotros, pueden sufrir cambios por muchísimas causas, y nosotros somos los únicos que podemos ayudarles a encontrarse bien.
Sobre todo, lo más importante es asistir al veterinario para poder ayudar al animal cuanto antes.