¿Por qué los gatos tienen bigotes?

por que los gatos tienen bigotes

Los gatos poseen muchos atributos fisiológicos que les dan unas capacidades atléticas impresionantes. Uno de los rasgos más prominentes que tienen los gatos son los bigotes. Pero, exactamente, ¿por qué los gatos tienen bigotes?

La anatomía del bigote

Un error común de la gente es asumir que los bigotes del gato y los cabellos humanos son iguales. Los bigotes de los gatos, a diferencia del cabello humano, son sensores de contacto. Estos pelos largos, gruesos y flexibles, también llamados vibrisas o «pelos táctiles», son dos o tres veces más gruesos que el resto del pelo, y se incrustan más profundamente en el cuerpo del gato que el resto del pelaje, en una zona rica en nervios y vasos sanguíneos.

Las vibrisas están firmemente conectados a los sistemas muscular y nervioso, enviando información sobre los alrededores directamente a los nervios sensoriales de los gatos. Es como si fuera un radar.

Los pelos táctiles del gato más destacados son los que se encuentran a ambos lados de la nariz y mejillas, y en la parte superior de la cara, por encima de sus cejas. Pero, ¿sabías que los gatos también tienen pelos táctiles en la barbilla (mentón) y en la parte posterior de sus patas delanteras?

¡Nunca le cortes los bigotes al gato!

Otro error común es suponer que los bigotes de gato deben ser recortados. Algunos gatos, como los de raza Devon Rex, incluso tienen los bigotes faciales rizados, así que podrías llegar a pensar que no sería perjudicial recortarlos un poco con el objetivo de enderezarlos hacia fuera. ¡Estarías equivocado!

Nunca debes cepillar, adornar o recortar los bigotes de tu gato. Sin sus pelos táctiles, los gatos se sienten muy desorientados y asustados. En resumen, los bigotes permiten a los gatos medir y dar sentido a su entorno. Los bigotes vuelven a crecer, pero los gatos necesitan que sus bigotes permanezcan intactos de la misma manera que tú y yo necesitamos nuestro sentido del tacto para desplazarnos y alertarnos sobre situaciones potencialmente dolorosas.

Los bigotes del gato se desprenden solos y son reemplazados naturalmente.

Sintiendo su entorno, incluso en la oscuridad

Los gatos tienen un órgano sensorial al final de sus bigotes llamado propioceptor, que envía las señales táctiles al cerebro y al sistema nervioso. El propioceptor está relacionado con la posición del cuerpo y las extremidades, siendo una parte importante para saber donde está cada parte del cuerpo, lo que le permite tomar decisiones para el próximo movimiento inmediato. Este órgano hace que los bigotes del gato sean muy sensibles a cualquier pequeño cambio en su entorno, incluso al más mínimo cambio de dirección de una brisa. Por la noche, por ejemplo, los bigotes le ayudan escabullirse en su camino a través de una habitación y a no topar con ningún obstáculo. ¿Cómo? Las corrientes de aire en la habitación cambian dependiendo de la ubicación de los muebles. Mientras el gato camina por la habitación y se acerca al sofá, él sabrá qué dirección tomar basándose en el cambio de las corrientes de aire alrededor del sofá.

Pero el uso principal de los bigotes es para ayudar al gato a saber si cabe o no a través de un hueco. Los bigotes de un gato son más o menos tan anchos como su cuerpo; es una especie de regla natural. Las puntas de los bigotes son sensibles a la presión. Es probable que veas al gato meter y sacar la cabeza por una abertura antes de meter su cuerpo. Él está calculando el ancho del hueco, para  determinar si puede caber en él. Una nota interesante: los gatos, al contrario que las personas, no tienen clavículas. Esto les permite girar y retroceder en su camino a través de aberturas muy estrechas.

Los bigotes no sólo ayudan al gato a medir si puede caber en un espacio reducido (sin ni siquiera ser capaz de verlo), sino que pueden responder a las vibraciones en el aire, como cuando el gato está persiguiendo a sus presas.

Detectando su estado de ánimo a través de sus bigotes

Los bigotes también sirven como una especie de barómetro del estado de ánimo del gato. Cuando un gato está en reposo o contento, los bigotes están mayormente inmóviles. Pero si ves que los bigotes de repente se agrupan y se echan hacia atrás, puede ser una señal de que el gato se ha asustado o enfadado.

Tal vez si juegas con tu gato y le haces perseguir un juguete, te des cuenta que sus bigotes están apuntando hacia adelante. Esta es, probablemente, su «cara de juego», una señal de que tu gato está en modo de caza.

Los bigotes también hacen que sea muy fácil saber cuando un gato está sorprendido o excitado, porque cada pelo de su cuerpo se encrespa, incluyendo los bigotes, que se echan casi completamente hacia delante.

Los bigotes son una parte vital de la movilidad y la sensación de seguridad de un gato. Sin bigotes, los gatos no serían capaces de realizar esas grandes hazañas acrobáticas tan impresionantes, o protegerse de las situaciones peligrosas.

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