La deshidratación es un desequilibrio del agua y los electrolitos (minerales) en el cuerpo, y puede causar complicaciones graves tanto a los animales domésticos como a las personas. El agua es esencial para los gatos, que dependen de la ingesta adecuada diaria de líquidos para mantenerse saludable y reponer los líquidos que se pierden de forma rutinaria a través de la orina, las heces y la respiración. El agua constituye el 80% del cuerpo de tu gato, y es necesaria para todos sus procesos biológicos, incluyendo la circulación, la digestión y la eliminación de desechos.
La deshidratación ocurre cuando los niveles de líquido se sitúan por debajo de lo normal. Esto puede ser debido a una ingesta reducida de agua o a un aumento de la pérdida de líquidos. La calor, el aumento de la actividad o un ataque de vómitos o diarrea pueden dar como resultado la pérdida de líquidos en los gatos. Muchos dueños no ven a sus gatos beber agua y suponen que no son susceptibles de sufrir pérdida de agua, pero lo son, a pesar de que podrían no beber hasta que han perdido tanto como un 8% de las reservas de agua de su cuerpo. Es por esto que es muy importante proporcionar a tu gato acceso a agua fresca en todo momento para mantener una hidratación adecuada.
A medida que tu gato consume más calorías y produce más desechos metabólicos, necesita más agua para mantener su temperatura corporal. En general, un gato adulto debería beber más o menos la misma cantidad de agua (en mililitros) como el número de kilocalorías consumidas por día. La comida seca para gatos contiene sobre un 7% – 12% de agua, mientras que la comida enlatada puede medir hasta 80% de agua. Los gatos que comen sólo alimentos secos no obtienen tanta cantidad de agua de su comida como los que comen alimentos enlatados, y siempre deben tener fácil acceso a agua fresca y limpia para incrementar la ingesta.
La deshidratación puede indicar un problema subyacente grave. Si sospechas que tu gato está deshidratado, llévalo a un veterinario inmediatamente. Tú mismo puedes ser capaz de detectar la deshidratación en casa levantando suavemente la piel en la parte posterior del cuello de tu gato o entre los omóplatos. A menos que tu gato tenga un serio exceso de peso o esté muy delgado, su piel debería volver de inmediato a una posición normal. Si tu gato está deshidratado, la piel levantada no puede volver rápidamente a la normalidad. A menudo, sin embargo, los signos de deshidratación no son tan evidentes, y sólo un veterinario puede proporcionar un diagnóstico y tratamiento adecuados.
Los gatos que tienen mayor riesgo de deshidratación son los que sufren diversas enfermedades tales como los trastornos renales, cáncer y el hipertiroidismo. Los gatos de edad avanzada y en estado de lactancia pueden ser propensos a la deshidratación, así como los gatos diabéticos, cuya condición no es controlada regularmente.
El veterinario administrará al gato líquidos por vía intravenosa o subcutánea, y hará pruebas adicionales si es necesario, para determinar la causa subyacente de la condición.
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[…] espesa. Esto suele ser un indicador de deshidratación. Cuando el moco se espesa, es más difícil que el gato pueda […]
[…] Así que parece que la comida enlatada está más cerca de lo que el gato comería si cazara su propia comida. Además, un gato tiene un nivel muy bajo de sed, por lo que, aunque puede beber agua con sus comidas, puede no ser suficiente para compensar el bajo contenido de agua de los alimentos secos, lo que lleva a la deshidratación. […]