Comprender cómo aprenden los gatos no sólo es fascinante, sino que nos ayuda a entender por qué se comportan como lo hacen, y nos permite tomar las decisiones correctas respecto a su cuidado con el fin de maximizar su bienestar. También asegura que las relaciones con nuestros gatos sean duraderas y positivas para todos.
Pero, ¿qué entendemos por aprendizaje?
Consideremos este hipotético ejemplo en forma de historia:
Cuando se le preguntó al señor Brown lo que su gato Felix había aprendido en la última semana, respondió: «Felix realmente no ha aprendido nada, es demasiado vago y ha estado lloviendo toda la semana, por lo que no ha salido mucho. Ha pasado mucho tiempo acostado en mi regazo frente al fuego mientras veo la televisión. Yo disfruto mucho de eso y a él le encanta que lo acaricien».
«El sábado pensé que podría tener una oportunidad de hacer un crucigrama de esos que vienen en el periódico. Felix, sin embargo, decidió que se sentaría de nuevo en mis piernas, justo encima del periódico, ¡para que no pudiera ver mi crucigrama! Harto de intentar sortear a Félix con el periódico, me levanté y le di su cena, para quitármelo de encima y poder hacer el crucigrama en paz. ¿!Te puedes creer que el domingo, a pesar de que Félix ni siquiera estaba en el sofá cuando yo decidí intentar hacer el crucigrama de nuevo, saltó encima de mi y se sentó en el periódico de nuevo!? «
Pueden que sientas cierta empatía con este tipo de situaciones, sin embargo, puede que no hayas caído en la cuenta cuánto ha aprendido Félix, y el grado de influencia que el Sr. Brown ha tenido en ese aprendizaje. Felix realmente aprendió mucho en esa semana, y también demostró que había aprendido previamente muchas cosas acerca de su dueño y su entorno.
En primer lugar, Félix aprendió de que salir a la calle cuando llueve te deja frío y mojado, y que es mejor permanecer en el interior de casa, seco y calentito, junto a su dueño, recibiendo caricias. En segundo lugar, cuando Félix intentó el domingo volver al regazo del señor Brown después de haber cogido el periódico, él tenía en su mente algo aún mejor que ser acariciado: ¡conseguir su cena!
Cuando Félix vio el periódico el domingo, se acordó de que sentarse sobre su dueño el día anterior dio lugar a la consecución de su cena, por lo que intentó el mismo comportamiento de nuevo. Sin darse cuenta, el señor Brown enseñó a Felix que la realización de este comportamiento conduce a una consecuencia positiva (sentarse sobre el periódico significa zampar…). Si el señor Brown hubiera entendido perfectamente cómo aprende Felix, podría haber actuado de forma ligeramente diferente, y así haber tenido tiempo de realizar sus crucigramas tranquilamente.
Beneficios del entrenamiento en los gatos
Anteriormente nos hemos referido a la importancia de la comprensión de la manera en que aprenden los gatos, con el objetivo de aprender las mejores maneras de cambiar su entorno y la forma en que debemos tratarlos para asegurarnos de que lleven una vida tan plena y positiva como sea posible.
Por ejemplo, algunos de los eventos negativos para tu gato que le pueden provocar estrés, por nombrar sólo unos pocos, pueden ser:
- Ser metido en un transportín
- Viajar en coche
- Ir al veterinario
- Tomar medicamentos (aquí algunos consejos para hacérselos tragar…)
Sin embargo, comprendiendo cómo aprenden nuestros gatos y cómo podemos influir en lo que aprenden, podemos hacer que estos eventos se perciban de una forma más positiva, y así mejorar su bienestar general, tanto a corto como a largo plazo.
Haciendo cambios simples y propiciando ciertas situaciones particulares, podemos conseguir que el gato aprenda que el transportín es algo positivo en su vida y que no hay ninguna necesidad de correr a esconderse detrás del sofá y negarse a salir cuando lo ve. En el caso de los gatos que suelen ganar la batalla de la pastilla escupiéndola detrás del sofá, podemos enseñarles a aprender a aceptar activamente la píldora, lo que permitiría poder medicarles con facilidad.
Formas de aprender de los gatos
El aprendizaje de tu gato es algo que está sucediendo todo el tiempo, sin importar si tú estás tratando intencionalmente de enseñarle algo o no. Este aprendizaje puede tener lugar al primer intento o tras muchas repeticiones. Las nuevas experiencias pueden ayudar a reforzar lo que ha aprendido previamente o enseñarle algo diferente. Mientras el animal está aprendiendo también está desarrollando asociaciones negativas o positivas sobre cómo le hacen sentir las cosas. Toso los gatos aprenden utilizando los mismos principios básicos, que describimos a continuación.
Familiarización
El proceso de familiarización permite que los gatos aprendan qué cosas de su entorno son irrelevantes para ellos. En general, las cosas irrelevantes son aquellas que no tienen consecuencias para el gato (ni negativas ni positivas) y por lo tanto se perciben como inofensivas y pueden ser ignoradas. Este aprendizaje tiene lugar gracias a la exposición repetida a las mismas cosas. Por ejemplo, un nuevo gatito que acabas de adoptar y que nunca ha estado en tu casa puede sobresaltarse cuando por primera vez escucha el timbre del teléfono. Sin embargo, cuando se repite varias veces ese sonido, el gatito aprende que no ocurre nada relevante para él en este momento, y por lo tanto deja de reaccionar ante ello. En otras palabras, el gatito se habitúa al sonido del teléfono. La familiarización es por lo tanto un importante proceso de aprendizaje durante la adaptación a un nuevo entorno, en el que el nuevo integrante de la familia tiene que aprender lo que es importante y lo que no lo es.
Sensibilización
La sensibilización puede ser considerada como el opuesto de la familiarización, y es el proceso por el que la exposición repetida a algo conduce a un aumento de la reacción del animal. Esta reacción se observa con mayor frecuencia en relación a la exposición repetida a algo que es percibido de forma negativa por parte del gato. Por ejemplo, la exposición repetida a un perro que tiene por costumbre perseguir a los gatos conduce a que el gato huya o se esconda del perro, incluso cuando el perro está mostrando un comportamiento amigable hacia él o directamente le ignora. Dicha sensibilización también puede generalizarse hasta el punto de ser evocada cuando el gato presencia cualquier otro perro.
Condicionamiento clásico
El condicionamiento clásico siempre está ocurriendo e implica a todas las cosas del entorno que predicen que algo está a punto de suceder.
Cuando dos cosas suelen ocurrir juntas, la aparición de una traerá la otra a la mente. Aristóteles.
Un ejemplo común de condicionamiento clásico es cuando el gato oye la puerta del armario de la cocina donde guardas su comida; automáticamente él viene corriendo hasta la cocina, maullando, ronroneando, frotándose contra ti y posiblemente dando vueltas. El condicionamiento clásico es el proceso de aprendizaje gracias al cual el sonido de la puerta del armario hace predecir al gato que la comida está de camino. Por lo tanto, el sonido de la apertura de la puerta del armario provoca las mismas sensaciones positivas que la comida. Éste es un proceso de aprendizaje que se basa en la asociación coherente del sonido del armario justo antes de la presentación de la comida.
Condicionamiento operante
Al igual que el condicionamiento clásico, el condicionamiento operante también se está dando en todo momento, aunque el condicionamiento operante se refiere a las mayores probabilidades de repetir los comportamientos que conllevan consecuencias positivas y, por el contrario, menores probabilidades de repetir los que conllevan consecuencias negativas. Esto es lo que usamos cuando queremos que nuestro gato se comporte más o menos veces de una determinada manera.
Hay cuatro tipos diferentes de consecuencias. Por ejemplo, imagina que tu gato está sentado delante de ti mientras le estás dando unas golosinas. De repente se levanta y sube de un salto a tus piernas:
- Consecuencia 1: Ocurre algo bueno (por ejemplo, le das a tu gato otra golosina)
- Consecuencia 2: Algo bueno termina (por ejemplo, dejas de darle golosinas a tu gato)
- Consecuencia 3: Ocurre algo malo (por ejemplo, te pones de pie y te alejas de él)
- Consecuencia 4: Algo malo termina (por ejemplo, subir a tus piernas significa que él deja de estar en el suelo frío).
Estas consecuencias tienen que ser inmediatas o claramente vinculadas con el comportamiento del gato en ese momento para que él pueda comprender que están están asociadas a él. ¿Entiendes ahora por qué el comportamiento del Sr. Brown puede haber llevado a su gato a intentar sentarse en el periódico de nuevo?
Aprendizaje por observación
El aprendizaje por observación es el aprendizaje basado en la conducta de otro individuo. Está demostrado que tanto los gatos adultos como los gatitos pequeños son capaces de aprender a realizar una tarea con sólo mirar a otro gato. Los gatos que viven juntos y se llevan bien a menudo se enseñan unos a otros ciertos comportamientos particulares, por ejemplo, a salir de la casa a través de una gatera.
Este tipo de aprendizaje es el más común durante la cría de los gatos con sus madres; en ese periodo se produce bastante aprendizaje observacional en los gatitos al ver a su madre. Los estudios han demostrado que los gatitos son más rápidos en el aprendizaje de una tarea si es su madre a la que ven hacer dicha tarea, en lugar de a otro gato desconocido.
Conclusiones
Los gatos aprenden usando una variedad de métodos diferentes y la comprensión de estos métodos es de vital importancia si queremos influir en lo que aprenden. ¿Por qué querríamos influir en lo que aprenden nuestros gatos? Pues para ayudarles a hacer frente al mundo doméstico en el que viven, donde tenemos que llevar a cabo muchas tareas de la mejor manera posible, como por ejemplo, llevarlos al veterinario, cepillarlos, darles una pastilla, etc.
Como último consejo, ten en cuenta que, en temas de entrenamiento, se recomienda la creación de consecuencias que animen al gato a tener el comportamiento deseado (por ejemplo, premiarles con golosinas cuando se comporten como queremos) en lugar de desalentar el comportamiento no deseado (por ejemplo, algunas personas pueden reñir a sus gatos o usar pistolas de agua contra ellos cuando no se comportan como quieren). Con estos trucos de entrenamiento en positivo lograremos asegurar el bienestar de nuestros gatos y que la percepción que ellos tienen de nosotros siga siendo positiva, manteniendo y fortaleciendo el vínculo dueño-gato a través del proceso de entrenamiento, en lugar de dañarlo.
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